Un planeta sano necesita bosques sanos. Los bosques prósperos regulan el ciclo del agua y estabilizan los suelos.
Los bosques también ayudan a moderar el clima absorbiendo y almacenando dióxido de carbono. Además de estos servicios como ecosistema, los bosques proporcionan hábitat para flora y fauna diversa, ofrecen posibilidades culturales, espirituales y de ocio, y proporcionan una gran variedad de alimentos, medicinas y de madera.
África
perdió 64 millones de hectáreas de bosque entre 1990 y 2005, el mayor descenso
entre todos los continentes. La recolección de leña lidera gran parte del
agotamiento de los bosques. La exportación de madera también juega un papel
importante, con el 80% de la producción de la madera de la cuenca del Congo
siendo exportada principalmente a China y a la Unión Europea.
Sudamérica
ha acumulado la segunda mayor pérdida de bosque desde 1990, -59 millones de
hectáreas-, y la deforestación se ha acelerado durante los cinco años pasados,
a partir de 3,8 millones de hectáreas al año durante los años 90 a 4,3 millones
de hectáreas anualmente desde 2000. Esta reciente aceleración refleja la
pérdida neta de Brasil de 16 millones de hectáreas entre el 2000 y el 2005, -
tres cuartas partes del total regional. Si la tala de árboles en el Amazonas
continúa desenfrenada, el bosque húmedo más grande del mundo será reducido al
60% de su tamaño actual antes del 2050. Asia perdió 8 millones de
hectáreas netas en los años 90 pero ganó una 5 millones de hectáreas netas
entre el 2000 y el 2005.
Este cambio
de dirección es debida a un esfuerzo masivo de repoblación forestal en China,
que informó de la plantación de 20 millones de hectáreas de árboles entre 2000
y 2005, con más de un tercio de esta área en forma de plantaciones. Esta tasa
de crecimiento, más del doble en relación a la anterior década, es en gran
parte el resultado de la prohibición de tala en China, una política decretada
después de la extensa tala de árboles en los tramos superiores del valle del
río Yangtzé, que dejaron los campos vulnerables a las severas inundaciones de
1998.
Desafortunadamente,
la prohibición de tala en China ha conducido simplemente la tala de árboles a
otra parte, mientras China continúa siendo el mayor importador y procesador de
madera del mundo. El sur y el sureste asiático perdieron cerca de 14
millones de hectáreas de bosque durante los pasados cinco años. Los bosques
naturales de Indonesia, perdiendo 2 millones de hectáreas al año, han sufrido
la tala más fuerte y podrían desaparecer en el plazo de 10 años a medida que dejan
paso a las plantaciones madereras y de aceite de palma.
Es importante saber el papel que desarrollamos en el planeta como consumidores de el y pensar en como solucionar los daños. Pero mas que nada, es importante extender la idea de que todos hacemos parte del daño y por ende, debemos hacer parte de la solución , creando así conciencia ambiental y en este caso, cuidando los bosques que,como mínimo nos sirven como materia prima para fabricar cosas materiales y su mayor utilidad que es proveernos oxigeno. Sin embargo, no hemos entendido ese aspecto .(Siendo el mas importante de todos)
ResponderEliminarGracias por tu comentario kmila valencia todo lo que le hacemos al bosque, nos lo hacemos a nosotros mismos. Debemos rescatar el carácter "sagrado" que la naturaleza posee. Hemos crecido casi todos en ciudades sin una consciencia de lo que nuestra vida "civilizada" hace al resto de la existencia en el planeta.
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